Su nombre encabeza titulares todas las semanas, es seguido por más de cuatro millones de personas entre las dos cuentas oficiales que llevan su nombre. Trabaja codo a codo con creativos de la talla de Sofía Coppola, quien además es una de sus más entrañables amigas y con los años conformó uno de los imperios más rentables en la industria de la moda.
Pero, ¿cómo es que luego de su funesto paso por la firma de Perry Ellis en 1989, Jacobs alcanzó la gloria?. Existen dos respuestas: creatividad + talento. Imposible no recordar cuando presentó su primera colección prêt-à-porter en Nueva York, junto a Naomi Campbell o Linda Evangelista, quienes a pesar de ser las maniquíes más apetecidas de los 90′, no cobraron un solo peso por lucir sus diseños. Ese quizás sea el episodio que marcó el antes y el después de su carrera profesional, y que hoy lo tiene frente a la casa Louis Vuitton como Director Artístico, además de su trabajo como embajador de su propia marca.
Desde que este neoyorkino, presentara Marc Jacobs Internacional Company, las cosas han ido en alza, de hecho esta mañana mientras disfrutaba de un exquisito desayuno junto a su trilogía de fragancias Daisy, me enteré que a comienzos de 2016, MJ entra a la bolsa. ¿Se imaginan la nueva valoración que esto le entrega?. Aquí, además de diseños, hay una visión clara de negocio. Hoy por hoy su nombre está en 80 países, con alrededor de 200 tiendas, y su imperio ya suma colecciones de bolsos, zapatos, gafas y perfumes. Todo bajo un mismo universo.
El mejor ejemplo de este universo único, es la colección de fragancias Daisy: Daisy Dream (favorita entre las chilenas), Daisy Eau De Toilette y Daisy Eau So Fresh. Las tres representan una misma inspiración, ya que Jacobs las ideó pensando en su musa más querida: Daisy Buchanan, el personaje literario protagonista de la novela El Gran Gatsby. Daisy es su mujer espiritual, una capaz de ser elegante sin caer en la pretensión, característica que define a estas tres sofisticadas hermanas.
Antes de terminar esta columna, me quedé pegada en los brillos de Gran Gatsby y creo que la famosa confesión de Marc Jacobs no puede ser más cierta, “en realidad, no necesitamos perfumes, ni bolsos, ni zapatos, ni maquillaje, ni la moda misma…Pero deseamos todas esas cosas que hacen la vida más luminosa”.
¿Ustedes qué piensan?
*Fotos: Getty Images
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Josue Gonzalez Ruiz
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