Si hay algo que me gusta de Chanel es esa exquisita manera de reinterpretar sus códigos más emblemáticos. La camelia, por ejemplo, ha estado por años en diversos diseños de la casa francesa, logrando de la hermosa flor una versatilidad única. Hoy es el turno de otros grandes símbolos de la maison: el matelassé, la cadena y el tweed, presentes en la colección de anteojos Otoño-Invierno 2015/2016.
En el caso del matelassé, las monturas translúcidas están realzadas con brillantes colores (azul glaciar, verde agua, rosa viejo y marrón glacé). Los modelos de acetato tienen formas ovaladas, cuadradas, rectangulares y las setenteras formas de ojos de gato, así como un elegante acabado acolchado en las patillas. Las cadenas, en tanto, un elemento recurrente en las gafas de Chanel, ha vuelto a sus orígenes. Y es que por primera vez la cadena metálica del bolso 2.55, uno de los más emblemáticos de la casa de moda, está presente en las patillas de las monturas, tanto en los anteojos graduados como en los de sol, en metales como el oro, plata y rutenio.
Finalmente, llegamos al simbólico diseño tweed que la marca se reserva sólo para los anteojos de sol. La colección se materializa como un destello de acetato color mate acabado con un efecto tweed en las monturas mariposa ultrafemeninas o, en modelos rectangulares más masculinos. Los colores presentes son el azul, negro, azul marino, violeta y tonos pardos como el marrón, amarillo, verde oliva y gris. Definitivamente, un accesorio para atesorar.
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Josue Gonzalez Ruiz
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