Un ataque informático en 2014 a Sony Picture Entertainment, uno de los estudios más importantes en el mundo, abrió la “caja de pandora” que evidenció que los hombres ganaban sueldos nota- blemente mayores que las mujeres en todos los campos. Desde directivos, que podían recibir hasta 800 mil dólares más en un mismo puesto, hasta actrices como Jennifer Lawrence que, en American Hustle, obtuvo menor sueldo que Bradley Cooper y Christian Bale.
Desde ese momento, la lucha del género femenino por la equidad en el séptimo arte se ha convertido en todo un tema que va más allá de los sueldos. Se trata también de oportunidades para interpretar papeles relevantes, del respeto al momento de filmar, de liberarse del temor de convertirse en negociadoras de sus contratos sin tener que responder a la pregunta que se hizo la propia Lawrence: “¿Existe un hábito persistente de intentar expresar nuestras opiniones de una manera que no ‘ofenda’ o ‘asuste’ a los hombres?”.
La situación laboral en Hollywood no se limita a quienes aparecen en pantalla. Según un estudio realizado por Center for the Study of Women in Television and Films, de la universidad de San Diego:
-En el último año solo 17% de los directores y productores de las 250 producciones más taquilleras, eran mujeres.
-En el mismo periodo las mujeres que actuaron tuvieron 27% de intervención en los diálogos.
-Para 2017, solo hay 3 películas dirigidas por mujeres: Wonder Woman, The Beguilled y Pitch Perfect 3.
Todo lo que quieren es…
En ese mundo de glamour que alaba el talento, la belleza y la perfección física, también se vive un ambiente donde ser mujer, de raza negra o con edad madura puede significar puntos en contra si no acceden a hacer favores sexuales a los directores. Esto hace inevitable que el trato se vuelva sexista y racista y que el acoso sexual sea completamente común.
A finales de 2016, las actrices Rose McGowan, Chloë Sevigny y Thandie Newton perdieron el miedo para denunciar que habían sido víctimas de abuso y violación. Hablaron de la actitud machista de directores y ejecutivos que incluso desde el momento en que se presentaron a un casting ejercieron esa fuerza contra ellas y reconocieron que, ciertamente, muchas aspirantes caen en ese juego con tal de obtener un papel en una producción.
También es indignante que sean otras del mismo género las que minimizan estos hechos. McGowan, famosa por la serie Charmed, reveló que cuando quiso denunciar el ataque sexual de un alto ejecutivo de Hollywood, una abogada la invitó a abandonar el caso pues, le dijo, haber realizado una escena erótica en una cinta le haría perder antes de que el juicio siquiera empezara.
La triste realidad es que las mujeres no están completamente convencidas del esfuerzo y del trabajo dentro de su propio género. Así queda de manifiesto con declaraciones como las que hizo Anne Hathaway, donde admite que toda vía lucha con ella misma para confiar más en las directoras. “Cuando veo que es una cinta realizada por un hombre me concentro en lo bien que estaría la producción con él. Y aun cuando en la actualidad trabajo con directoras, confieso
que tengo algo de esta mentalidad clavada en alguna parte”, confesó la ganadora del Oscar. La lucha parecería estar enfocada en demostrar la superioridad de los hombres, pero tal cual lo ha defendido Emma Watson como embajadora de la ONU, no se trata de colocarnos por encima de ellos, sino de propiciar un ambiente en el que la equidad esté garantizada.
Sandra Bullock ha expresado de manera clara cuál debe ser la aspiración: “Cuando cambiemos el modo en el que percibimos a las mujeres y dejemos de pensar en términos de ‘menos que’, la disparidad en los salarios desaparecerá”, una gran verdad que aplica no solo en Hollywood, sino para todo el mundo.
Detrás de cámara del total de productores, solo:
-24% son mujeres.
-17% son editoras.
-17% son productoras ejecutivas.
-13% son guionistas.
-7% son directoras.
-5% son directoras de fotografía.
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Josue Gonzalez Ruiz
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