El 2017 fue un año duro para Hollywood. Las estructuras y fórmulas que parecían funcionar a la perfección en la industria se desmoronaron en el preciso instante en que salieron a la luz las denuncias de abusos sexuales que algunas actrices habían sufrido de parte de poderosas figuras, como el productor Harvey Weinstein. Rápidamente la situación generó indignación dentro de Hollywood, y temas como la diferencia de sueldos entre los actores y sus pares femeninos y la discriminación racial, también fueron criticados. La visibilidad que tomaron estas viejas y reprochables prácticas generaron un ambiente deseoso de cambio. Hoy, sus miembros exigen la conversión de la industria en una más justa e inclusiva.
Por esa razón, la cinta A wrinkle in time o Un viaje en el tiempo —que estrenará en nuestro país el próximo 29 de marzo— aparece en un momento crucial dentro del mundo del cine. La nueva entrega de Disney ha sido catalogada por la revista Times como “la película que cambiará Hollywood”, ya que detrás de esta megaproducción se encuentra un grupo diverso y mayoritariamente femenino, liderado por Ava DuVernay, conocida por dirigir Selma. Para llevar esta historia de fantasía al cine, DuVernay contó con el apoyo y trabajo de la productora Catherine Hand y de la guionista Jennifer Lee, escritora y codirectora de Frozen.
La película además, cuenta con las actuaciones de importantes mujeres como Oprah Winfrey, Reese Witherspoon y Mindy Kaling. “Reese es la productora más codiciada de la ciudad. Oprah es la más venerable leyenda de la televisión, una artista y una empresaria. Y Mindy es una de las pocas mujeres que dirige su propio programa, con su nombre, y sobre ella”, comentó DuVernay sobre su criterio de elección del elenco en una entrevista con Times Magazine. Su deseo para este proyecto era trabajar codo a codo con grandes mujeres.
La nueva entrega de Disney está basada en la novela homónima escrita por Madeleine L’Engle en 1962, la cual cuenta la historia de Meg Murry, una típica estudiante que lucha con sus problemas de autoestima y solo desea integrarse con sus compañeros de colegio. Cuando su padre, un reconocido astrofísico, desaparece, Meg queda devastada y su madre, con el corazón roto. Por eso, junto a su hermano Charles Wallace y a su amigo Calvin, se embarcarán en un viaje a través del tiempo y el espacio para encontrar a su padre, ayudados por tres seres celestiales: Sra. Cuál, Sra. Qué y Sra. Quién. Los niños viajarán a mundos que superan su imaginación y deberán hacer frente a una poderosa fuerza malvada.
CAMBIANDO LA HISTORIA
Cuando la escritora estadounidense Madeleine L’Engle era pequeña, solía sentirse marginada, así que pasaba la mayoría de las tardes escribiendo historias sobre héroes inspiradores. Así creó a Meg Murry, la protagonista de su libro Un viaje en el tiempo, una joven con problemas de adaptación y cuyos genes de brillantez, demoran en expresarse, pero que finalmente se da cuenta de que posee las herramientas para lograr cualquier cosa que se proponga.
A wrinkle in time fue rechazado 26 veces antes de ser publicado por ser “demasiado diferente”. Las editoriales le dieron a L’Engle variadas excusas para rechazar su borrador. Que era “demasiado intrincado para los lectores jóvenes” o que no era “aceptable que una niña fuera la protagonista en una ciencia ficción”, fueron solo algunas de ellas. Finalmente, la editorial Farrar, Straus y Giroux vio potencial en la historia y accedió a publicarla. Hoy, el libro es un clásico dentro de la cultura anglosajona, ha recibido varios reconocimientos como la Medalla Newbery y ha sido una gran influencia para las nuevas generaciones de escritores de fantasía.
A pesar de ello, han tenido que transcurrir más de 50 años para que el afamado libro se convirtiera en película. La productora de la cinta, Catherine Hand, fue una de las principales promotoras de la idea de llevar Un viaje en el tiempo a la pantalla grande. Sus intentos comenzaron en 1979, e incluso llegó a reunirse con L’Engle, su escritora favorita, para adquirir los derechos. Sin embargo, todos los intentos fracasaron hasta 2013. Ese año el ejecutivo de Disney, Tendo Nagenda, decidió hacer resurgir el proyecto y le presentó un borrador a Ava DuVernay para que liderara el film. A la cineasta aún le cuesta creer que Nagenda le haya pedido dirigir la cinta. “¿Cuántas mujeres oyen eso? ¿Cuánta gente de color oye eso?”, expresó DuVernay en una entrevista.
Se trata de la cuarta vez que una mujer dirige por sí sola un película de tan alto presupuesto y corresponde a la primera oportunidad en que una afroamericana lidera una megaproducción. Lo cierto es que DuVernay jamás esperó la llamada de Disney para encabezar un trabajo de tal magnitud, y confesó que “las directoras, no conseguimos que la gente diga: ‘Oye hablemos de esta cinta de ciencia ficción de 100 millones de dólares’”. Pero todo pareciera indicar que se vienen tiempos de cambios en Hollywood.
PODER FEMENINO
Cuando DuVernay comenzó a imaginar a los personajes de la película, quiso que el trío de ángeles fuera bastante diverso. Y lo consiguió. Para esta superproducción reunió a tres mujeres tan distintas entre ellas como Oprah Winfrey, Reese Witherspoon y Mindy Kaling, quienes interpretan a Sra. Cuál, Sra. Qué y Sra. Quién, respectivamente. A ellas se suman los actores Zach Galifianakis y Chris Pine, mientras que la heroína Meg Murry es interpretada por Storm Reid, una joven actriz que había tenido un pequeño papel en la cinta 12 años de esclavitud.
“Se sintió como si estuviéramos haciendo el nuevo Mago de Oz para una nueva generación”, confesó Winfrey durante una entrevista. Oprah ya había trabajado con DuVernay anteriormente en la cinta Selma, que narra la historia de Martin Luther King Jr. y que en 2015 fue nominada al Oscar como Mejor Película. Con su papel en un Viaje en el tiempo, Winfrey tiene claro que continúa defendiendo la causa por la igualdad de las mujeres y oponiéndose al racismo. Así lo había dejado claro a comienzos de enero, durante la última edición de los Globos de Oro con el poderoso discurso contra la discriminación y el acoso sexual que dio al recibir el premio honorífico Cecil B. DeMille, con el que conmocionó a todo Hollywood.
Las palabras de la reconocida presentadora de televisión emocionaron especialmente a las actrices, directoras y productoras presentes en la ceremonia de premios. Winfrey interpeló a las mujeres, a los hombres y a las nuevas generaciones a construir un futuro “en el que no haga falta volver a pronunciar ‘yo también’”. “Quiero que todas las niñas que están viendo esto sepan que un nuevo día se abre en el horizonte”, decía la presentadora y añadía, “cuando ese día amanezca, será gracias a muchas mujeres magníficas, de las cuales algunas hoy están en esta sala”, sentenció Winfrey mirando a las mujeres que la aplaudían de pie como Greta Gerwig, Nicole Kidman, Jessica Chastain y su compañera de reparto, Reese Witherspoon.
Ambas, Winfrey y Witherspoon han sido grandes defensoras y rostros del movimiento Time’s Up, que reúne a más de 300 actrices entre las cuales figuran otros importantes nombres como Cate Blanchett, Emma Stone y Jennifer Lawrence. La iniciativa ha creado un fondo para recolectar dinero destinado a ayudar legalmente a mujeres de escasos recursos que hayan sido víctimas de abusos. El principal escenario de difusión de la iniciativa han sido las alfombras rojas. Primero fue en los Golden Globes, donde las invitadas asistieron vestidas de negro en señal de protesta contra el acoso y abuso sexual. Más tarde, el movimiento se tomó los Grammys con una rosa blanca como símbolo de apoyo y recientemente, traspasó las fronteras al teñir nuevamente de negro una ceremonia, en este caso, la de los BAFTA en Londres.
Por eso, el estreno de la película Un viaje en el tiempo parece tan significativo e importante para Hollywood. No solo se trata de una cinta con un millonario presupuesto dirigida por primera vez por una afroamericana, sino que además, está escrita, producida y protagonizada por mujeres. A ello se suma el mensaje esperanzador de la historia. En un mundo donde todo parece ser maldad y oscuridad, la luz prevalece y las niñas y mujeres se dan cuenta de que poseen todas las herramientas para combatirla. Un mensaje necesario dentro de una industria cansada de las malas prácticas. En ese escenario de desencanto, Un viaje en el tiempo parece ser el primer y gran paso dentro del proceso hacia un Hollywood más justo e igualitario.
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Josue Gonzalez Ruiz
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