Con un impecable vestido rosa palo, subió al escenario preparado para celebrar los 10 años del príncipe Alberto en el trono del pequeño principado. Muy calmada y con una elegancia innata, a pesar de los 37 grados que se sentían al sur de Francia, pronunció un discurso en perfecto francés, donde felicitaba a su marido declarando, “tú eres el príncipe de mi corazón”.
Alberto sonrió nervioso durante algunos minutos, hasta que ya no se contuvo y soltó las lágrimas. Es que con tamaña declaración de amor, quién no. La escena, llenó de romance cada rincón de la plaza del Palacio Grimaldi. Carolina, Stefanía, Carlota, Pierre, Andrea y Tatiana Santo Domingo aplaudían emocionados entre los cientos de invitados, si hasta los gemelos de 7 meses saludaron a su madre desde el balcón.
A pesar de que siempre he creído que ella no es una mujer muy feliz- jamás olvidaré su cara cuando estaba en el atar dando el sí,quiero -verla en esta situación me provocó una gran ternura, quizás los constantes rumores de una separación, o las polémicas que involucran a Alberto con hijos no reconocidos, han hecho que este matrimonio madure y se consolide frente a todos. Quizás Charlène entendió que ahora su mundo es otro, uno que vive de protocolos y cenas benéficas, uno donde debe sonreír 24/7. O puede ser también que la pareja está en su mejor momento…
Mónaco es un principado donde ha existido mucho dolor, el accidente y muerte de Grace, la dolorosas separaciones de Carolina, la tremenda vida de Stefanía, pero también es un lugar maravilloso, donde por estos días brilla el sol y el amor invade cada parte de sus dos metros cuadrados.
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Josue Gonzalez Ruiz
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