¿Eres de las que se sorprende cuando les dicen que los 40 se han convertido hoy en una edad estupenda para volver a enamorarse? Pues con las estadísticas de divorcio y las expectativas de vida que hoy bordean los 80 años, no es extraño que la mayoría tengamos dos o tres uniones importantes en la vida. Lo que hace bastante probable que a esa edad haya alguien que también las esté buscando en este momento y que el amor más grande de su vida esté aún por llegar.
Ahora bien, para tener éxito en la búsqueda del amor en esta etapa de la vida, hay ciertas diferencias respecto a cuando éramos jóvenes, que necesitamos considerar.
Tenemos más equipaje que desempacar y despejar para iniciar una nueva relación
Cuando tienes 20 o 30, lo que necesitas para encontrar y mantener el amor es despejar el equipaje que traes de la infancia y adolescencia. Cuando tienes 40, tienes más: ex parejas que no te hacen la vida fácil, acuerdos tirantes y a veces no respetados de alimentos o visitas a los hijos, responsabilidades financieras con ex parejas, hijos grandes que sienten la necesidad de proteger a su otro padre o su “herencia”, hijos pequeños que necesitan saber que son prioridad en tu vida, sentimientos no resueltos hacia un ex, como resentimientos, lealtades fuera de lugar o esperanzas de reconciliación, etc. De modo que necesitas despejar ese equipaje, viendo con claridad cómo participaste en co-crearlo, para no repetir viejos patrones, no castigar – sin quererlo – a quienes se acerquen, y para volver a confiar en el amor y amar de manera diferente esta vez.
La motivación para permanecer unidos será diferente
Esta vez no serán los niños, la familia o las presiones sociales lo que te mantendrá unida a este amor, serán la calidad de tu relación y los propósitos que compartan. Una buena pareja para la segunda mitad de tu vida será aquella que comparta lo que es realmente importante para ti, algo que se vuelve muy importante con la “crisis de los 40″, donde te das cuenta de que la vida es corta y que no quieres dejar este mundo sin haber sido tu misma, sin haber vivido alineada con aquello que te importa. A los 40 te atreves ser más auténtica, te atreves a conectarte más con lo que quieres, a asumir más riesgos para ser feliz, a tener expectativas más “reales” sobre ti y los demás, a permitirte la imperfección, a elevar tus expectativas sobre cómo otros te tratan, etc. Y desde este lugar es mucho más fácil reconocer a una verdadera pareja de alma cuando aparece.
Necesitamos prepararnos más para amar
Cuando tienes 20 o 30, sólo se trata de crear una vida hermosa para dos. Ahora se trata de unir dos vidas ricas y enteras de una manera que incluya a todo y a todos con amor. Para poder amar a alguien con una vida ya establecida, con hijos y nietos quizás, honrar sus compromisos, apoyar sus ocupaciones establecidas y exigentes, abrazar sus causas y equipaje, necesitas amar con una nueva actitud, con mayor conciencia, apertura, madurez emocional, generosidad y coraje que cuando eras joven. El no estar dispuesta a “resetearte” y desarrollar nuevas habilidades para estar a la altura de esto, puede impedirte ser una pareja adecuada en esta etapa de la vida. Por lo que necesitas elevar tu capacidad de amar y ser amada, para asegurar la calidad, y así la duración, de esta nueva alianza de amor.
Si, habrá desafíos, pero la segunda mitad de la vida te ofrece la oportunidad de un amor mucho más profundo que en tu juventud, porque tu capacidad de amar y ser amada realmente puede mejorar con el paso del tiempo.
Así es que, si tienes más de 40 y estás sin pareja, te invito a abrirte a la posibilidad de un amor mucho más profundo del que hasta ahora has conocido. Y si quieres prepararte para ello, te invito a participar en alguno de mis próximos talleres “Llamar a Tu Amor®”, para hacer realidad tus mayores posibilidades en el amor.
Coach del amor y relacionamiento
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Josue Gonzalez Ruiz
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