A menudo recibo en mi consulta o en mis talleres a mujeres que me preguntan ¿Debería seguir saliendo con alguien que me agrada, pero que no me atrae físicamente? ¿Debería darle una oportunidad a alguien con quien no siento química, o es mejor no continuar saliendo con él? ¿Estaré siendo demasiado exigente?
Muchas mujeres se sienten confundidas porque los hombres que aparecen en su vida no coinciden con la imagen ideal que tienen en su mente del hombre que están buscando. O porque a pesar de que cumplen con mucho de lo que buscan, o con lo que “cualquier mujer podría desear”, no sienten de inmediato una fuerte atracción física por ellos. O porque han escuchado tantas veces la frase “cuando sea la persona correcta, lo sabrás”, y sin embargo ellas ya han pasado por algunas experiencias de “haber sabido”…que no resultaron, así es que se torturan pensando que quizás deberían permitirse una oportunidad con alguien por quien no sienten atracción.
Si te has hecho preguntas similares, aquí hay tres cosas importantes que necesitas saber acerca de la química con una potencial pareja:
1. La química es mucho más que fuegos artificiales
Las películas de Hollywood y en general los medios de comunicación, nos han hecho creer que cuando conozcamos a la persona indicada, la atracción será inmediata y arrolladora. Que sentiremos música en el aire, fuegos artificiales, amor y atracción física a primera vista. Lo que nos lleva a pensar que si no sentimos todo eso desde un comienzo, simplemente no hay química y no es la persona. Pero la verdad es que esto no siempre es así. La atracción o química es una afinidad que puede ser mucho más amplia y sutil de lo que los medios nos muestran. Y la atracción física inicial es un indicador muy pobre de cómo va a funcionar una relación.
La química incluye sentirte cómoda y tú misma cuando estás con esa persona, gustar genuinamente de su compañía y de su conversación, tener una conexión fácil y sentir que te gustaría seguir conociéndola. Así es que libérate de la expectativa de una atracción instantánea y permítete construir una amistad primero con esa persona para conocerla. Simplemente pregúntate: ¿Puedo imaginarme dándole la mano, permitiendo que nuestra atracción física se desarrolle en el tiempo?
2. El amor de tu vida rara vez viene en el envase que imaginas
Muchas veces tenemos en la mente una lista de características que nos gustaría que la otra persona tuviera, por ejemplo: que esté en cierto rango de edad, que tenga cierto tipo de estudios o trabajo, que viva en cierto lugar, que sea atractivo, simpático, exitoso, etc. Pero los atributos externos que pensamos son importantes, tienen poco que ver con el potencial de compañero de vida que puede tener una persona o con la calidad que puede llegar a tener una relación. Lo que determina dicho potencial de largo plazo tiene más que ver con valores y visiones de vida compatibles. Pregúntate: ¿Qué tan confiable es esta persona? ¿Llama cuando dice que lo hará? ¿Qué tan romántico es? ¿Nota las pequeñas cosas y las valora apreciándolas? ¿Realmente escucha mis necesidades cuando le hablo de ellas? ¿Lo mueven las mismas cosas que a mí?
3. La química existe o no
Ahora bien, si sientes cero atracción, o cero posibilidad de ella, confía en tu intuición. Por muy encantador que les parezca a tus amigos y familia, por muy buen partido que sea, o por mucho que reúna varias de las características que has puesto en tu lista, si sientes cero posibilidad de que el deseo sexual se pueda encender, ten por seguro que ésta no es la persona para casarte. Una unión de largo plazo requiere de la energía de la atracción, porque es esta intimidad dinámica la que mantendrá viva la relación. De acuerdo a la Dra. Pat Allen, respetada psicoterapeuta cognitiva conductual americana que estudia el amor y las relaciones desde el punto de vista de la ciencia, de los tres elementos para que una relación funcione -química, compatibilidad y comunicación- la química es el único componente en que simplemente no podemos influir: o la sentimos o no.
Así es que si no te sientes atraída en absoluto hacia esa persona que estás conociendo, o hacia ese amigo que siempre está ahí, no te tortures y confía en tu intuición. Ten la certeza de que la persona adecuada para ti existe y está en su camino para conocerte.
Y como la clave para conocer y atraer a la persona adecuada es “ser la persona adecuada”, prepárate, despeja tus obstáculos internos, crea el espacio en tu mente, en tu corazón y en tu vida, para atraerla y para reconocerla cuando aparezca.
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Verónica Freire
Coach de Relacionamiento
veronica@llamaratuamor.com
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Josue Gonzalez Ruiz
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