A punto de cumplirse 20 años de su muerte, el mundo entero se revolucionó con una antigua confesión de Diana de Gales sobre uno de los aspectos más íntimos de su vida.
A pesar de las críticas de su familiares y amigos, la emisión del documental “Diana: en sus propias palabras” en Channel 4 se apoyó en unos videos grabados por el profesor de oratoria, en los que la princesa relató “el infierno” que vivió con su marido -desde el noviazgo hasta su separación definitiva- y la nula actividad sexual que existía en la relación.
El día de su boda, en 1981 “fue uno de los peores de mi vida”, confesó Diana en una de las grabaciones que su entrenador de voz registró -supuestamente- con fines didácticos. Lo que nadie supo fue que años después de que la princesa falleciera, Peter Settelen vendió a varias cadenas televisivas las cintas, como la NBC de Estados Unidos, quienes finalmente utilizaron solo extractos del material.
Sin embargo ahora fue la producción de Channel 4 en el Reino Unido los que optaron por difundir todas las sentencias comprometedoras de Lady Di en torno a su ingreso en la familia real. Y los que ya vieron el documental podrían asegurarlo: el relato es devastador.
En los videos la princesa habló de su vida sexual con el príncipe Carlos, de su amor por un guardaespaldas y de cómo la Reina Isabel II no la ayudó cuando buscó consejos sobre la crisis matrimonial que atravesaba a causa de las infidelidades de su marido con su actual esposa, Camilla Parker Bowle, con quién ya tenía una relación cuando Diana esperaba a William.
“Yo quería desesperadamente que funcionara, porque amaba desesperadamente a mi marido”, afirmó Lady Di.
Según Diana, el príncipe Felipe, padre de Carlos, le había dado autorización para continuar su relación con Camilla. “Recuerdo haberle dicho a mi esposo ¿por qué esta señora? ‘Me niego a ser el único príncipe de Gales que nunca tuvo una amante’, me dijo“, reveló sobre la respuesta de su marido a su llamada de atención.
Diana, que había desarrollado bulimia en ese tiempo, aseguró que “todos en la familia sabían de este problema, y lamentablemente culparon a mi enfermedad por el fracaso del matrimonio”.
“Diana: In her own words” revela las complicaciones que existieron en su relación con Carlos, con quién se separó en 1992 y con el que mantenía relaciones sexuales cada tres semanas, hasta que nació su segundo hijo, Harry.
Uno de los principales golpes a la familia real, reside en la confesión de Diana de que su matrimonio con el hijo mayor de la Isabel II nunca fue el sueño que todos pensábamos. En las grabaciones registradas por su profesor, Diana recuerda cómo el príncipe Carlos, hasta entonces amigo de los Spencer, empezó a besarla en una tertulia donde acabó invitándole al palacio de Buckingham, para luego planear futuros encuentros amorosos, sencillamente “para que lo acompañara mientras trabajaba”.
Otras de las declaraciones que también llamó la atención, fue que Diana reveló que solo había visto a Carlos 13 veces antes de su boda. “Él me llamaba todos los días y luego no me contactaba por semanas. No fue muy consistente en su cortejo”, contó la princesa, agregando que “me criaron de tal manera que cuando se comprometía con alguien, lo quería”.
Pero eso no sería todo. Ya que el documental indicó que mientras Carlos tenía una relación paralela con Camilla -actual duquesa de Cornualles y segunda esposa del heredero- Diana se veía en secreto con el oficial de la marina británica James Hewitt. Además, se señalaría que la princesa se enamoró -con 24 años- de un hombre que trabaja muy cerca de ella: su guardaespaldas, Barry Mannakee.
De este último dijo -en una parte de las grabaciones que no fueron incluídas en el documental pero que varios diarios británicos revelaron- que “fue el mejor amante que había tenido”, agregando que estaba muy feliz y que “quise dejar a la familia real para estar con él”.
Debido a esto, el guardaespaldas fue apartado del servicio en el Palacio de Kensington en 1986 y murió meses después en un accidente en moto. “Carlos me dijo: ‘se ha matado en un accidente’. Debo decir que fue el mayor golpe de mi vida”, relató la princesa, según la transcripción de unas cintas (que no fueron incorporadas en el documental).
Después del lamentable choque en el puente del Alma en París, en el que murió Diana de Gales, su mayordomo, Paul Burrell, se quedó con las delicadas cintas con sus confesiones. Es por eso que el hermano de Diana de Gales, Charles Spencer, comenzó una batalla legal para recuperar las grabaciones, pero al final regresaron a las manos del hombre que las grabó, su profe de oratoria Peter Settelen, quién las vendió a Channel 4 por una cifra aún no revelada.
En su intento por evitar que las grabaciones fueran emitidas, Spencer envió una carta al canal manifestando su preocupación, alertando que su difusión podría provocar daños a sus sobrinos William y Harry.
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Josue Gonzalez Ruiz
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